Siendo  fundador y presidente de la Colonia de Pijao Bogotá, nació, vivió, luchó y murió por un Pijao Mejor. 



Denominado como el "amigo de Pijao", su más grande deseo siempre fue el de ver a su bello municipio como el ejemplo a seguir. Con la maravillosa habilidad de trabajar solo o en grupo en pro de satisfacer las necesidades del pueblo.



El amor es el motor de los grandes líderes sociales, cuando se habla de este hermoso pero complejo sentimiento se entiende como una lucha constante por alcanzar un objetivo firme que dura hasta el final de los días, tal y como lo demostró Don Julian Vergara, lo que trae a colación los esfuerzos que durante su trayecto, este hijo de Dios, realizó con el pensamiento puesto  en su pueblo, sirviendo así de inspiración a muchas personas   y a la Colonia de Pijao Bogotá, para  continuar su legado.



Tal vez la única ocasión que empuñó un arma fue cuando prestó servicio militar, (como él mismo contaba en sus tantas anécdotas de manera  graciosa y particular) pero fue capaz de defender sus ideales de una manera cívica, crítica, con fundamentos,  y  sobre todo moviendo masas a favor del bien comunal.

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Quizá su más grande objetivo alcanzado fue el de convertirse en alcalde de Pijao, luego de dos intentos marcados por la corrupción de sus detractores, animado por el pueblo y convencido de que el cambio honesto y responsable para el municipio era posible. Una vez como Burgomaestre dio a conocer a la luz pública los malos manejos administrativos a los que había sido sometido el municipio en anteriores alcaldías, lleno de gallardía para afrontar las amenazas y presiones políticas que esto le implicó, y siempre pensando en que su amado Pijao podía salir adelante lejos de la politiquería actual.



Es imposible recordar a este hombre sin una sonrisa en el rostro, pues su inconfundible humor y particular forma de decir las cosas, marcaban los encuentros y reuniones familiares, sociales, con los amigos y en pro del pueblito al que tanto amó.

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Aunque su mandato duró tan solo 10 meses, Recordaremos por siempre a Don Julian Vergara Arango como "El mejor alcalde de Pijao" y el"Luchador Cívico hasta la muerte";  porque no se recuerda a los grandes con tristeza sino con alegría, con sentimiento de lucha y persistencia, teniendo siempre como inspiración su vida y obra. Ama Dios tanto a  sus hijos que  les permite vivir, construir, luchar y cumplir sus sueños.



Que Dios lo tenga en su Santa Gloria, y nos bendiga para continuar con su legado.